Como una hoja

(Tibio Otoño); aquel día sus ojos no pudieron derramar más lágrimas, se refugio en el poder de sus ilusiones y por primera vez creyó en la verdadera magia...

Como una hoja el viento la elevó y la sometió, pero jamás temió (jamás temió) solo se dejó llevar (y se dejó llevar)... Como una hoja, que flota y despega. Abrió las alas y voló a la eternidad (buscando su verdadera paz), olvidando el rencor y secando sus lágrimas para siempre... Como una hoja, condenada a la libertad de escribir su propio destino (en sus manos sujetó la felicidad)... Como una hoja olvidó el dolor y navegó entre la brisa, saludando al sol y conversando con el viento, derramó la lágrima más dulce de todas, agradeciendo al tiempo por haber encontrado la felicidad... Como una hoja por fin pudo viajar y soñar, (¡Caramba!, por fin pudo soñar)... ¡Ilusa felicidad!, que duró segundos, la sometió a la sonrisa (y vaya que lo necesitaba). Una vida de sufrimientos olvidada por primera vez, tan solo gracias a una ilusión... Como una hoja pudo sonreír... (Debía sonreír)...